Elegí llamar Suricatta a mi empresa porque, al igual que este fascinante animal, mi visión es ser ágil, resiliente y protector frente a los desafíos que enfrentan las empresas hoy.
La suricata, cuyo nombre científico es Suricata suricatta, es una de las mangostas más pequeñas del mundo, pero no se deja intimidar por su tamaño. Con una habilidad impresionante para escapar de sus depredadores y sortear obstáculos aparentemente imposibles, demuestra que no siempre se necesita ser grande para ser fuerte. Se adapta a terrenos complicados, se desliza por el lodo y las arenas movedizas con una destreza envidiable. Esa capacidad de encontrar soluciones y tomar atajos donde otros ven problemas me inspira profundamente.
Más allá de su agilidad, la suricata es un animal extremadamente social, que vive en comunidad y cuida de los suyos. En sus grupos, se destacan por su colaboración y la protección mutua, siempre alertas, apoyándose unos a otros para mantenerse a salvo. Me identifico con esa mentalidad de equipo, donde la cooperación y la comunicación efectiva son claves para sobrevivir y prosperar. Es esta esencia de protección, confianza y agilidad lo que busco reflejar en Suricatta, mi empresa.
Suricatta no es solo un nombre, es una filosofía: la de ser pequeños, pero poderosos, de ofrecer soluciones rápidas y efectivas, de mantenernos unidos para superar cualquier reto y de ser siempre valientes frente a los desafíos, ayudando a nuestros clientes a escapar de cualquier “depredador” en el camino hacia su éxito.
El rebranding de Suricatta estuvo a cargo de la genial diseñadora guatemalteca, Andrea Olivet.
En nuestra nueva imagen veo el espíritu de la suricata, que me inspira a seguir impulsando el crecimiento de mi negocio y el de mis clientes con agilidad e ingenio. Este cambio refresca nuestra marca y reafirma nuestro compromiso con su futuro. Trabajando incansablemente para ayudarlos a alcanzar sus propias estrellas.
Gracias por acompañarnos en esta nueva etapa.
Claudia ♥️